Después de varios intentos para conseguir unos rollos de canela perfectos, he dado en el clavo a la hora de mezclar lo que me gustaba más de cada receta, así consiguiendo una nueva versión perfecta en textura y deliciosa al paladar.
He sufrido con otras versiones anteriores, porque ya sabes que no todo sale siempre bien a la primera, y más si buscas un resultado en concreto ¿te pasa a ti también? Entre las pruebas fallidas me encontré con masas nada esponjosas y secas, también rellenos escasos y nada ricos en boca, a parte de glaseados muy espesos y poco sabrosos. Así que ya ves, no ha sido fácil ¡pero tampoco imposible!
Con mi versión final para unos rollos de canela espectaculares conseguirás una masa muy esponjosa y húmeda, un relleno abundante y delicioso junto con un glaseado rico en sabor y de textura fluida. Suena bien, ¿verdad? pues anímate, que no te vas a arrepentir cuando los pruebes, de hecho tendrás que controlarte para no comerte la bandeja de rollos de canela enterita. Te lo digo por propia experiencia …
Si haces esta receta de los mejores rollos de canela ya sabes, hazme saber tu opinión o preguntas que puedas tener justo aquí abajo en los comentarios, o bien en mi Bloody Delicious Instagram.
¡Al turrón!
ROLLOS DE CANELA
10 a 12 rollos
· Ingredientes ·
Masa:
140 ml leche entera templada, 25ºC
40 g levadura fresca o 20 g levadura seca
40 g azúcar
2 huevos L
65 g mantequilla sin sal derretida
60 ml agua a temperatura ambiente
1 cdta de sal
1 cdta esencia de vainilla
500 g harina tamizada
Relleno:
100 g mantequilla sin sal pomada
80 g azúcar muscovado
2 cdta canela en polvo
Glaseado:
80 g queso crema
180 g azúcar glas tamizado
1 cda leche entera
1 cdta esencia de vainilla
· Paso a paso ·
Masa:
En un vaso grande pon la leche templada, a 25ºC aproximadamente, y disuelve la levadura fresca desmenuzada.
En un bol mediano bate el azúcar y los huevos con unas varillas.
Añade la mezcla de leche previamente preparada, la mantequilla derretida, el agua, la vainilla y la sal.
En un bol grande, o una amasadora con el gancho de amasar, tamiza toda la harina.
Incorpora en 3 veces los ingredientes líquidos ya mezclados anteriormente.
Amasa durante unos 15 minutos, o hasta que la masa se vea uniforme y muy elástica. Verás que se despega de los bordes casi completamente pero queda un poco enganchada en la base.
Enharina tu superficie de trabajo y acaba de amasar a mano durante unos 5 minutos.
Bolea la masa y ponla en un bol grande con un poco de harina por debajo.
Tapa el bol con un paño de cocina y deja fermentar en un lugar caliente de la casa durante 1h, o hasta que doble su volumen actual.
Enharina tu superficie de trabajo y, con la ayuda de un rodillo de cocina, estira la masa en forma de rectángulo con una altura de 1 cm aproximadamente.
Unta el relleno sobre la masa y con cuidado enrolla toda la masa.
Corta los rollos con una distancia de 5 cm más o menos, te saldrán unos 10 o 12 en total.
Pon los rollos ya cortados sobre una bandeja de horno con papel vegetal, dejando espacio entre ellos para que crezcan bien.
Cubre la bandeja con un paño de cocina y deja fermentar en un lugar caliente de tu casa durante unos 30 minutos, o hasta que doblen su tamaño.
Hornea los rollos de canela a 170ºC 10 minutos con calor por abajo y 5 minutos con calor por abajo y arriba para que doren.
Déjalos atemperar unos 10 minutos y píntalos con el glaseado. Como los rollos aún están templados absorberán la mitad del glaseado y una vez estén fríos tendrán un resultado más húmedo en su interior.
El momento perfecto para comerlos es el mismo día que se han hecho, pero la verdad que estos rollos al día siguiente siguen manteniendo muy bien su esponjosidad y humedad. Los puedes calentar unos 20 segundos a máxima potencia en tu microondas para darles un toque templado.
Relleno:
En un bol mediano mezcla la mantequilla pomada con el azúcar muscovado y la canela hasta formar una pasta suave y untable.
Glaseado:
En un bol mediano bate el queso crema hasta que quede una textura suave.
Añade el azúcar glas tamizado y con cuidado mezclado todo con una varillas.
Finalmente, agrega la leche y la vainilla hasta obtener una textura espesa pero líquida.
· Consejos ·
Si no tienes termómetro de cocina para medir la temperatura de la leche, haz lo siguiente: saca la leche de la nevera y caliéntala en el microondas durante 20 segundos a máxima potencia. El resultado debería de ser una temperatura templada entre unos 25ºC y 30ºC.
A la hora de incorporar los ingredientes líquidos con los secos procura hacerlo siempre en 2 o 3 partes, esperando a que se incorpore todo bien cada vez que añades de nuevo. Si incorporas todo de golpe la masa colapsará y pueden formarse grumos, de esta manera le costará más tener un acabado adecuado.
Si los guardas de un día para otro, ponlos en un recipiente cerrado herméticamente a temperatura ambiente.
En el relleno siempre le puedes agregar otras especias como cardamomo o clavos de olor a tu gusto.
La textura del glaseado va a gustos, si la deseas más líquida añádele 1 cucharada más de leche, y si la deseas más espesa 1 cucharada más de azúcar glas tamizado hasta conseguir la textura que quieras.
¡A disfrutar!
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